EL VERANO DE GIOTTO

En el mar la sal y en la sal, la arena. Hay cierto brillo y el amarillo me hace flotar. El viento vuelve a cambiar, anuncia que la fortuna no es decisión del azar. En su azul, renacen las letras de una canción, las flores, un fin de semana, un beso, un lunes por la mañana. El azul se pierde cuando toco la superficie con mis manos: la piel mojada no es más que piel en el agua.

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